Hacer realidad las metas de
la visión y misión empresarial, o de un proyecto, son tareas a desarrollar por
los miembros del equipo de trabajo, por los integrantes de la estructura
organizacional.
La ejecución es la gran brecha que se presenta en la mayoría de
organizaciones entre la estrategia
planteada y la estructura disponible o definida para la respectiva operación.
¿El Qué y el Quién?
En todo proyecto, de
cualquier tipo, el líder debe tener
claridad para saber Qué quieren
hacer (qué meta quieren alcanzar) y Quién
(y con qué recursos o herramientas) lo pueden hacer de una forma eficaz y
eficiente, productivamente.
Un adecuado liderazgo y una real planeación estratégica permiten cerrar el vacío existente en estos dos conceptos administrativos. Las tres preguntas básicas que se deben formular son:
1. ¿Dónde se está? Situación actual
2. ¿Adónde se quiere llegar? Situación futura
3. ¿Cómo se va a hacer? Pasos a seguir
Tres cuestionamientos
concretos que permiten dar paso a la construcción y definición de un plan
estratégico con todos sus componentes metodológicos y ejecutivos.
Estos tres interrogantes
evidencian un diagnóstico
inicial, una proyección futura y permiten la planeación respectiva para cumplir
con las metas y objetivos propuestos.
Liderazgo enfocado en la ejecución
Un líder desarrolla todas sus capacidades y competencias gerenciales para colocarlas al servicio de un equipo o colectivo con el fin de alcanzar unas metas.
Es la proyección futurista
de esa visión –enfocada en la
ejecución- la que permite visualizar o soñar con un determinado logro,
articulando y gestionando todo tipo de recursos, pero, principalmente liderando
el capital humano.
En este punto es
indispensable aclarar que no solo basta con plantear unas metas, definir unos
objetivos… es necesario que estos sean tipo SMART: cortos, medibles,
alcanzables, retadores y con un tiempo definido para su ejecución.
Por otra parte, es
reiterativo: No puede quedarse todo en planeación,
es necesaria la correcta ejecución,
el adecuado despliegue estratégico: “Primero el Qué y después el Quién” (Bossidy,
L. y Charan, R. 2008. El
arte de la ejecución en los negocios. Editora Aguilar).
La ejecución debe ser
permanentemente monitoreada, controlada y ajustada para ser optimizada y
realmente cerrar la brecha entre la visión y la estructura organizacional.
Los pasos del líder en el despliegue estratégico
El primer paso que se debe dar
es definir un puerto de llegada en el horizonte, para esto previamente se debe
analizar y conocer cuál es la situación actual o punto de partida.
El segundo paso es proceder
a trazar una estrategia y definir la estructura necesaria para su ejecución.
Finalmente el tercer paso es la ejecución, la acción necesaria para cumplir con lo proyectado.
Aquí es fundamental el papel del líder,
conociendo e identificando las fortalezas de su equipo de trabajo, definiendo
en Quién delega tareas o
responsabilidades, acompañando, orientando y motivando a todo su equipo… Convirtiéndose
en un verdadero agente de cambio, en un pilar de apoyo y fuente de inspiración
para todos sus colaboradores.
¡¡¡La planeación sin adecuada ejecución es improductivamente
proporcional a la ejecución sin una adecuada planeación!!!
Nelson Oswaldo Sandoval Rojas Bogotá D.C. 18 de Marzo de 2022

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