Una carrera que no se detiene, un reloj que implacablemente marca segundo a segundo el transcurrir del tiempo. Esté es –el tiempo- quizás, un recurso no renovable, pero si capitalizable; siempre y cuando no haya sido perdido, malogrado o desperdiciado. El ministerio del tiempo En el ministerio del tiempo de todo ser humano siempre está presente la espada de Damocles. Como la leyenda griega, sobre la cabeza de todo ejecutivo empresarial, colgando de un solo pelo de crin de caballo está la espada del tiempo; es el peligro inminente para cumplir o no con las funciones de su ministerio, de su administración en los plazos estipulados. El tiempo es un juez implacable y siempre presente que define el éxito o el fracaso, el costo estipulado o el sobre costo de un producto, de un proceso, de una buena o deficiente gestión. En cualquier momento la espada de Damocles puede caer sobre el ministro del tiempo. La clave en el desempeño organizacional y personal Los recursos de...